Cuando vi jugar a Moisés Caicedo en un entorno de máxima competencia, eso me dio la fotografía real de su nivel de juego.
Ese momento fue en un campeonato organizado por la Real Sociedad en San Sebastián, gracias a la invitación extendida por Roberto Olabe, director de fútbol de la Real. Ahí se dieron cita algunos de los mejores equipos Sub-18 de la Liga. Hablo de Semana Santa de 2019.
Mi cargo entonces era director de las formativas de Independiente del Valle. Yo sabía de Moisés Caicedo porque me habían contado de él, pero cuando tomé el cargo en el primer equipo, estaba en la última fase de recuperación de una lesión de rodilla, de la que tuvo que ser intervenido varias veces porque no lo habían dejado bien.
Así, no lo había visto jugar mucho.