Igualar, como poco, su mejor resultado histórico en un Mundial. Ese es el objetivo con el que Ecuador saltará este martes al césped del Estadio Internacional Jalifa (Gol Mundial; 16.00) para enfrentarse a Senegal en busca del pase a octavos de final. Y lo hará con una selección llena de talento joven que, en lo que va de torneo, se ha destapado como una de las grandes revelaciones y que tiene su base en el Valle de los Chillos.
Nueve de los 26 jugadores convocados por Gustavo Alfaro, todos nacidos entre 1997 y 2002, se formaron en la cantera de Independiente del Valle, un modesto equipo de Sangolquí, una localidad de 75.000 habitantes al sur de Quito, que fue adquirido por un grupo inversor liderado por Michel Deller en 2011. Unos años después, llegó a un acuerdo con Aspire, la academia futbolística de Qatar, para emprender un experimento que buscaba elevar el nivel del deporte rey del país.
Con la misión de implantar en todo el fútbol base del club una metodología que conocía de primera mano llegó el canario Miguel Ángel Ramírez Medina a Ecuador. Tras seis años trabajando en las instalaciones de Aspire, formando precisamente a jugadores de la actual selección qatarí, en 2018 se decidió a cambiar de continente, tras ser recomendado por Roberto Olabe, entonces director de fútbol del grupo deportivo qatarí y actualmente director deportivo de la Real Sociedad.