Hay amores que duran para toda la vida. Y también en el fútbol. Un estadio: la Olla de Asunción. Lluvia y viento. Una final: 3-1 a Colón. Un equipo campeón de la Copa Sudamericana: Independiente del Valle y su primera conquista internacional. Y un técnico: Miguel Ángel Ramírez. Las vidas de los que estuvieron ese 9 de noviembre de 2019 quedaron marcadas para siempre.
Tres años después, otra vez el Negriazul sera protagonista de una final única, dejando en lo alto el fútbol ecuatoriano, único equipo no brasileño en colarse en una definición de Conmebol: espera por Goianiense o San Pablo y, en la Libertadores que se definirá en Guayaquil estarán Flamengo y Athletico Paranaense.
La algarabía por el pase a la final continental, el sábado 1° de octubre, en Córdoba (Argentina), se extendió a los camerinos, donde los jugadores saltaron y bailaron y posaron juntos tras vencer 3-0 a Melgar, en una foto grupal que en las redes del club la titularon: «Mi familia».
Un mensaje que fue correspondido por Ramírez, quien también se expresó a través de Twitter: «Y la mía… Muchas felicidades @IDV_EC por esta nueva Final de @Sudamericana ! Este equipo ha forjado algo especial, para muchos años más. Sigan fieles a lo que les convierte en #UnClubDiferente». Tras irse de Independiente del Valle (69 partidos dirigidos), a finales de 2020, el estratega español siguió su carrera en Internacional de Porto Alegre, al que dirigió en 28 encuentros. Y de ahí pasó al Charlotte FC, de la MLS, en donde estuvo hasta mayo de este año (17 cotejos). Actualmente está sin trabajo.
Una curiosidad: quien entonces era el asistente técnico de Ramírez era Martín Anselmi. Sí, el hoy entrenador de IDV, que llegó para los octavos de final desde Chile y encaminó al equipo hacia una nueva final internacional, en las series arte Lanús (octavos), Deportivo Táchira (cuartos) y Melgar (semifinales), coin un contundente global de 6-0.